La euforia se atragantó en miles de gargantas. Un estadio lleno enmudeció, mientras el costarricense Kenneth Tencio cumplía su sueño. Sus trucos iban a impresionar al mundo. Él participaba en el Festival Internacional de Deportes Extremos (FISE) y estaba rodeado de las estrellas que admiraba. Siempre soñó con ese momento, pero desde el primer intento, fracasó.
El miedo le ganó al joven de 17 años. Su mirada lucía perdida y nunca había estado tan nervioso, como si fuera un bistec de a peseta. Tampoco había visto tanta gente en un espectáculo de BMX; se calcula que al FISE Montpellier llegan más de 400 mil seguidores en una semana de competencia y esta era la primera vez que el tico competía en el extranjero.
Fue algo vergonzoso. Era un amateur compitiendo con profesionales. Prácticamente, el tico, limpió las rampas. “Este muchacho se va a lesionar”, repetía sin parar un locutor de la televisión francesa. Fue una noche para el olvido. Kenneth ni siquiera soportó ver el final del certamen. Él se fue a dormir.
Nadie imaginó que ese costarricense de 17 años se levantaría y se convertiría en una estrella internacional. Ni siquiera su mamá pensó con que llegaría tan lejos. ¿Quién lo iba a creer? Esa noche de mayo del 2012 no hubo aplausos ni felicitaciones. Solo murmuraciones. Solo burlas.
El BMX es un deporte de estilo libre, en donde la creatividad y la exactitud para realizar trucos determinan al mejor. A nivel mundial tiene gran auge, mientras que en Costa Rica se practica desde la década de los noventas, pero no existe ninguna asociación, entidad o asociación relacionada que colabore con los deportistas.
Cada quien se supera solo. Cada quien entrena como puede, así lo hacía Tencio. A él no lo dejaban entrenar con el grupo de aprendices porque no vestía con la moda skate, pero su pasión por hacer aquellos trucos, que vio por primera vez a los 11 años en el Polideportivo de Cartago, hizo que se entrenara como un autodidacta para cumplir su sueño.
En una de sus múltiples caídas, en Francia, el joven cerró su puño y juró que volvería a tierras galas a cobrar revancha. Más de 5 mil personas han observado aquel episodio por Youtube que emociona al “rider” tico, delante de un público que jamás imaginó en verlo triunfar.
Desde la escuela le dicen “Pollis”. En sexto grado conoció por primera vez el BMX y en sétimo ya se había comprado una bicicleta. A sus papás no les hacía mucha gracia que Kenneth desapareciera casi 4 horas diarias y más que todo porque regresaba como si estuviera vistiendo harapos. Era un milagro cuando los pantalones y zapatos no se le destruían.
A sus 14 años ingresó a trabajar en una carnicería del mercado central de Cartago. El objetivo era claro: exclusivamente sus ingresos serían para mejorar su bicicleta. Este vecino del cantón de Guadalupe de Cartago se levantaba, los fines de semana, a las 4:30 a.m., cocinaba su almuerzo y a las 6 a.m. se disponía a una jornada de casi 13 horas con 30 minutos de almuerzo. Era la única oportunidad que tenía y así fue comprando cada pieza de la bicicleta con la que llegaría a la cima nacional.
En la carnicería, Kenneth se especializó en la venta de quesos. Aprendió a ser tolerante, a no rendirse nunca. Entendió que la práctica hace el maestro. Comprendió la delicadeza y peligros de los cortes de carnes, aunque lo suyo era cortar queso.
Sin ver, ni pesar el producto, ya sabía cuáles eran las dimensiones para la medida solicitada. Ni por la mente le pasaba que un día triunfaría en el país de los mil quesos.
Durante ese proceso, el joven se independizó. Aprendió a valorar las cosas y reconoce que llegaba al mercado cansado y golpeado de los entrenamientos, mientras en la carnicería pensaban que estaba metido en drogas.
Por su disciplina, dedicación y buenas calificaciones sus papás cedieron. A Tencio no se le recuerda en fiestas. No quiso ir al paseo de quinto año y tampoco asistió al baile de graduación. Él tenía un único enfoque. Al concluir el bachillerato en el 2010, en el Colegio San Luis Gonzaga, junto con sus padres hizo un trato: Kenneth tenía 365 días para definir su futuro. Su vida presentaba dos caminos: el sueño en una bicicleta para trucos o una carrera universitaria. Kenneth ahora es profesional en las categorías de Dirt Jump, Parker y Street.
Un año antes, “Pollis” era considerado como lo mejor del país. Fue quien acabó con el reinado de Lou Uba, otro cartaginés que destacó en el BMX local y fue quien trazó el sendero para los primeros pasos de profesionales en este deporte. Sin embargo, en algún momento tuvieron diferentes roces.
-Yo siento que con Kenneth hice bien las cosas. Yo con el mae fui un hijueputa, pero eso lo ayudó a crecer como rider. Yo no sirvo para enseñar y cuando intentaba hacer un truco todo el mundo le aplaudía, pero yo no aplaudo un intento. Si se veía feo yo le decía que era un truco estilo Disney, que le salía porque Dios es muy grande. Mi forma de darle un consejo no es la que esperaba. Yo un intento no se lo aplaudo a nadie. Lava huevos van a haber miles, pero un mae que te diga la verdad va a costar que aparezca. Yo saco la cera de los oídos y para ser honesto, yo era el que estaba en la cumbre y era un toque difícil de digerir que otro mae te esté pasando, aunque me alegraba que fuera joven, sin lesiones y de Cartago.
– ¿Hasta cuando llegaron los roces?
Ya después se acabaron. Es que no eran broncas sino como que era por los consejos. Hubo un momento que los dos caímos en razón; yo no sabía enseñar y el otro era un cabezón. Entonces ahí acabó y nos hicimos amigos.
Tencio se hizo acreedor de su participación en el FISE Montpellier a inicios del 2012. El joven voló en el antiguo Autódromo La Guácima. Fue el mejor de su categoría a nivel centroamericano y el tico alistó maletas.
Su mamá, lloró en la iglesia de los Padres Capuchinos al leer aquel mensaje de texto que le daba la noticia. Su papá empezó a buscar apoyo en diferentes empresas y en un pequeño recuadro, los diarios nacionales informaban del viaje de este brumoso. En Cartago la noticia casi que pasó desapercibida, ese mismo día, el ícono futbolístico de la ciudad de las brumas, Randall Brenes rechazaba las ofertas de Saprissa y Alajuelense. El “Chiqui” Brenes jugaría en el Khazar Lankaran de Arzerbayán.
En fin, ese 6 de febrero, como era su costumbre, Tencio escribió en las paredes de su cuarto su próximo destino: Montpellier. Esas once letras permanecerían en su mente durante dos años. Nadie recordará que, una noche antes de brillar en la Guácima, se vio obligado a dormir en una tienda de campaña y no fue por placer. Pero eso ya no importa, ese sería el viaje que le cambiaría la vida.
Ahí conoció a quien hoy es uno de sus principales amigos, el venezolano Daniel Dhers, quien es considerado como uno de los mejores del orbe. Dhers lo invitó a entrenar en Estados Unidos, y apareció como un ángel para que Tencio entrara a competir al más alto nivel. Regularmente entrenan en Holly Springs, Carolina del Norte. Y con sus participaciones en el extranjero fue como poco a poco recibió el respaldo de empresas para ser patrocinado por Red Bull, Fox o Superstar que acompañan a Ciclo Herediano, primera firma que le dio la mano.
Antes de ello Tencio vivió episodios ocultos que dejaron huellas en su vida. En el 2013 aún no se sentía preparado para volver a Francia y las complicaciones económicas lo hicieron pasar penurias. Para unas competencias en México, solo tenía poco más de $100. No había dinero para lujos, ni comidas, para nada.
El tico viajó en buses y desde entonces aborrece el cereal de hojuelas; fue lo único que comió durante 22 días y la bolsa le costó $4. En México, producto de sus participaciones ganó $500 y tenía dos opciones claras: regresar a Costa Rica o devolverse a Estado Unidos.
No obstante, allí lo invitaron a una serie de exhibiciones, donde fue ganando más dinero. La aventura duró 4 meses, para posteriormente tomar un bus hacia el norte. Eso sí, con $1500 en la bolsa.
- ¿Por qué no te devolviste a Costa Rica?
- Sabía que si volvía me iba a estancar. Arriesgué todo el pellejo y me motivé un montón. Y ya en el 2014 lo empecé con toda la pata. Luego de que fui a Francia conocí a Daniel Dhiers y aprendí mucho. Fue el momento que decidí que esto era lo que yo quería hacer.
Su voz se acelera, a ratos se quiebra. Luce seguro, pero está consciente de que su historia parece una novela.
- Pero, ¿cuál fue la clave?
- Yo creo que uno puede visualizar lo que uno quiere. Si yo quiero un truco primero tengo que visualizarlo para luego hacerlo realidad. Así es con todo, con cada objetivo hay que proponérselo y trabajar para alcanzarlo.Muchos decían que esto no se podía hacer. Desde que empecé sabía que esto era lo que quería. La gente me decía que me tomara fotos con los profesionales, pero me dije a mi mismo que no. Yo tenía que ser parte de ellos.
Y lo logró. Aprendió a manejar factores básicos de la bicicleta. ¿Cuándo iba a pensar que la presión en las llantas de una bmx fuera tan importante? O que él se desempeña mejor con una manivela corta. La rutina del “rider” es levantarse a las 9 a.m., hacer ejercicio, almorzar y entrenar hasta 5 horas. En las noches se comunica con los seguidores, amigos y patrocinadores. Tencio se hizo chef por necesidad, pero debe cumplir con una dieta estricta que lo beneficie. “Si te juntas con sabios, a pensar se aprende”, recuerda un viejo proverbio. Pues el tico se rodeó de los mejores.
Y ahí está. Cuenta que ahora vive rodeado de personas que tienen mucho dinero. Ellos piensan que la vida es muy fácil y ni se imaginan las proezas de “Pollis” para mantener con vida un sueño americano que apenas inicia.
Tras dos años de preparación, el tico regresó al FISE de Montpelleir del 2014. Casi ningún patrocinador creyó en el viaje. Vestía de luto, como si le rindiera un honor al “rider” que desentonó sobre esas mismas rampas en el 2012. En ese momento, recordó cada caída, una y otra vez. Su mente revivía cada una de sus penas pero se acordó de sus propias palabras: “Cuando regrese a Francia voy a estar en finales”.
Esta era más que una revancha. “Pollis” se persignó con sus guantes rojos, esquivó el miedo e inmortalizó un “backflip” (vuelta hacia atrás) sin impulso. El estadio lleno explotó en asombro. Hubo un centenar de aplausos. Tencio elevó una mirada al cielo y levantaba su puño izquierdo. Fue cuestión de segundos para que el cartaginés fuera nombrado como el ganador del mejor truco de la décima octava edición del evento.
Más de 70 mil personas han visto el histórico salto en Youtube. La maniobra forma parte de los tres minutos más destacados del FISE 2014. El tico sonríe nerviosamente y se le reconoce por su mirada de incredulidad durante el corto.
Aquel 3 de junio será imborrable para la historia del BMX nacional. En un pequeño recuadro, los diarios nacionales informaban del triunfo de este brumoso en Francia. Sin embargo, en Cartago la noticia casi que pasó desapercibida, ese mismo día, el ícono futbolístico de la ciudad de las brumas, Randall Brenes era titular con la “Sele” en Tampa, en un fogueo contra el Rowdies, un equipo semiprofesional de Estados Unidos.
Este texto fue publicado Por La Prensa Libre en el año 2014
Johel Solano Castillo